viernes, 8 de noviembre de 2013

Procesos de comunicación y heterogeneidad de situaciones educativas

QUÉ ES UN PROCESO

La noción de proceso halla su raíz en el término de origen latino processus. Según informa el diccionario de la Real Academia Española (RAE), este concepto describe la acción de avanzar o ir para adelante, al paso del tiempo y al conjunto de etapas sucesivas advertidas en un fenómeno natural o necesario para concretar una operación artificial.

Tomando como referencia a Contreras, entendemos los procesos enseñanza-aprendizaje como “simultáneamente un fenómeno que se vive y se crea desde dentro, esto es, procesos de interacción e intercambio regidos por determinadas intenciones, en principio destinadas a hacer posible el aprendizaje; y a la vez, es un proceso determinado desde fuera, en cuanto que forma parte de la estructura de instituciones sociales entre las cuales desempeña funciones que se explican no desde las intenciones y actuaciones individuales, sino desde el papel que juega en la estructura social, sus necesidades e intereses”. Quedando, así, planteado el proceso enseñanza-aprendizaje como un “sistema de comunicación intencional que se produce en un marco institucional y en el que se generan estrategias encaminadas a provocar el aprendizaje” (Contreras, 1990:23).

Otro tipo de procesos es el que define Marquès (2001) el acto didáctico como la actuación del profesor para facilitar los aprendizajes de los estudiantes. Se trata de una actuación cuya naturaleza es esencialmente comunicativa.

El citado autor circunscribe el fin de las actividades de enseñanza de los procesos de aprendizaje como el logro de determinados objetivos y especifica como condiciones necesarias:

·         La actividad interna del alumno. Que los estudiantes puedan y quieran realizar las operaciones cognitivas convenientes para ello, interactuando con los recursos educativos a su alcance
·         La multiplicidad de funciones del docente. Que el profesor realice múltiples tareas: coordinación con el equipo docente, búsqueda de recursos, realizar las actividades con los alumnos, evaluar los aprendizajes de los alumnos y su actuación, tareas de tutoría y administrativas.


Son las intervenciones educativas realizadas por el profesor: propuesta de las actividades de enseñanza a los alumnos, su seguimiento y desarrollo, para facilitar el aprendizaje las que constituyen el acto didáctico en sí.


EN UN CUADRO CONCEPTUAL EXPLICA QUE ES UN PROCESOS COMUNICATIVO


Gerardo Meneses Benítez. (2007). El Proceso de Enseñanza – Aprendizaje: El Acto Didáctico. 28/10/13, de Universitat Rovira I Virgili Sitio web: http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/8929/Elprocesodeensenanza.pdf?squence=32

Carlos Gómez Bahillo (2007). Convivencia en los Centros Educativos Modulo 4: Convivencia Profesores Alumnos . 28/10/2013, de Departamento de Educación, Cultura y Deport Sitio web: http://convivencia.educa.aragon.es/admin/admin_1/file/DOC/cuento_contigo_modulo_4.pdf

EXPLICACIÓN CONCRETA FUNDAMENTADO EN ALGUNO DE LOS AUTORES SUGERIDOS.

Estoy de acuerdo el punto de cómo trata Gómez C. (2007) La comunicación donde lo define como un proceso de psicosociales básicos de la relación del profesorado con el alumnado, que va a influir en que esta relación sea funcional y conduzca a buenos resultados, desde el punto de vista de la satisfacción de ambos y del aprendizaje del alumno; o, por el contrario, sea una comunicación disfuncional que genere tensión o frustración.
Seguidamente los profesores no entendemos que tan importante es la comunicación en nuestro ámbito de labor en el que podemos ocasionar frustración en los niños donde la comunicación no es de manera directa.

 La comunicación entre profesor/a y alumno, como toda comunicación interpersonal, se desarrolla simultáneamente:

  • A nivel de contenido: la comunicación cumple la función de intercambio de información.

  • A nivel relacional: la comunicación cumple una función afectiva, de influencia recíproca, de comprensión mutua, de identificación, de percepción interpersonal y de empatía. Gómez C. (2007)

Esta dimensión puede caracterizarse por dos rasgos básicos: Afecto y amabilidad reconocimiento de las preocupaciones y expectativas el alumnado. Además, estos procesos de comunicación interpersonal pueden ser simétricos o complementarios, según se base en la igualdad o en la diferencia la relación entre los interlocutores. Cuando la interacción se establece entre dos personas cuyo status es desigual, se habla de una comunicación “complementaria”, es decir, que se complementa. Cuando su status es aproximadamente igual, tenemos (convencionalmente) una comunicación simétrica. La comunicación constituye el recurso más directo para favorecer las relaciones de convivencia y evitar aquellas situaciones conflictivas que terminan generando problemas de indisciplina y conductas disruptivas por parte de los alumnos y reacciones no deseadas por parte del profesor. Gómez C. (2007)

Carlos Gómez Bahillo (2007). Convivencia en los Centros Educativos Modulo 4: Convivencia Profesores Alumnos . 28/10/2013, de Departamento de Educación, Cultura y Deport Sitio web: http://convivencia.educa.aragon.es/admin/admin_1/file/DOC/cuento_contigo_modulo_4.pdf

QUE ES UNA INNOVACIÓN EDUCATIVA, TOMANDO COMO REFERENCIA A CARBONELL.

Existe una definición bastante aceptable y aceptada que define la innovación como una serie de intervenciones, decisiones y procesos, con cierto grado de intencionalidad y sistematización, que tratan de modificar actitudes, ideas, culturas, contenidos, modelos y prácticas pedagógicas. Y, a su vez, de introducir, en una línea renovadora, nuevos proyectos y programas, materiales curriculares, estrategias de enseñanza y aprendizaje, modelos didácticos y otra forma de organizar y gestionar el currículum, el centro y la dinámica del aula.

Una definición amplia y multidimensional que, sin embargo, se presta a diversas interpretaciones y traducciones ya que, como cualquier otra noción educativa, está condicionada por la ideología, por Ias relaciones de poder en el control del conocimiento, por los contextos socioculturales, por las coyunturas económicas y políticas, por las políticas educativas y por el grado de implicación en ellas por parte de los diversos agentes educativos. Nada, pues, más lejos de la neutralidad y la simplicidad. Carbonell J. (2001)

La innovación educativa, en determinados contextos, se asocia a la renovación pedagógica. Y también al cambio y a la mejora, aunque no siempre un cambio implica mejora: toda mejora implica cambio. Fullan (1992, p. 7) que, junto a Hargheabes, ha explorado a fondo las complejas relaciones entre la mejora de la escuela y el cambio dice que “conseguir la mejora de la escuela depende de la comprensión del problema que implica el cambio en la práctica y del desarrollo de las estrategias correspondientes para producir reformas ventajosas". Las diferencias entre innovación y reforma tienen que ver con la magnitud del cambio que se quiere emprender. En el primer caso, se localiza en los centros y aulas mientras que en el segun­do afecta a la estructura del sistema educativo en su conjunto. Además, las reformas escolares se mueven por imperativos económicos y sociales y están ligadas a este tipo de reformas más generales, aunque a veces se presentan de forma aislada y gene­ran tan altas expectativas que se espera de ellas la tabla de sal­vación de todas las demandas, carencias y disfunciones sociales. Esta ilusión es, precisamente, uno de los motivos de su fracaso. Y, como veremos más adelante, la reforma no es sinónimo de cam­bio, mejora o innovación. Éstos pueden provocarla pero también paralizarla y ahogarla.

La mera modernización de la escuela nada tiene que ver con la innovación. Así llenar las aulas de ordenadores, realizar sali­das al entorno, cultivar un huerto o realizar talleres son con fre­cuencia meros diseños que adornan el paisaje escolar, pero que no modifican en absoluto las concepciones sobre la enseñanza y el aprendizaje instaladas en el más rancio conservadurismo. Son cambios meramente epidérmicos que, eso sí, se venden muy bien en las escuelas privadas —y en las públicas que tam­bién compiten en el mercado— para estar a la moda y captar más alumnado. Otras veces, la innovación es un simple rótulo, pues ya se sabe que en educación como en otros ámbitos socia­les muy a menudo se cambian sólo, los nombres de las cosas y se deja todo exactamente igual. Es como aquella frase que pro­nunció Lampedusa: "Alguna cosa tiene que cambiar para que no cambie nada" que L. Visconti inmortalizo en II Gatopardo. Nun­ca se insistirá suficiente en que no hay reforma del profesorado sin modificación del pensamiento del profesorado y de sus hábi­tos y actitudes.










UN PROCESO COMUNICATIVO PUEDE SER UN PROCESO INNOVADOR, REALICE UN ENSAYO DE NO MÁS DE UNA CUARTILLA EN DONDE RESPONDA ESTE CUESTIONAMIENTO.

INTRODUCCIÓN

Un proceso comunicativo es una relación directa que se encuentra entre un emisor y un receptor, son los pasos que se llevan a cabo para que el intercambio de mensaje sea claro y entendible, no solo ser un oyente sino un actor principal en el intercambio de ideas. 

La comunicación puede ser funcional y conducir a buenos resultados, desde el punto de vista de la satisfacción de ambos y del aprendizaje del alumno; o por el contrario, sería una comunicación disfuncional que genere tensión o frustración. Gómez C. (2007)

DESARROLLO

Esta comunicación funcional puede lograr a ser un proceso de innovación cuando el profesor deje su protagonismo y sea la única persona que posee conocimiento, de ver un proceso racional en el que Gómez C. (2007) dice que la comunicación cumple una función afectiva, de influencia recíproca, de comprensión mutua, de identificación, de percepción interpersonal y de empatía.

Cuando esta comprensión se desarrolla con un fin educativo se lograría un cambio entre el aprendizaje y se podría poner en juego la innovación que Carbonell J. (2001) define la como una serie de intervenciones, decisiones y procesos, con cierto grado de intencionalidad y sistematización, que tratan de modificar actitudes, ideas, culturas, contenidos, modelos y prácticas pedagógicas.

El papel de las personas educadoras es el de facilitadoras del diálogo, superando los límites de nuestras propias fronteras culturales que no nos permiten ver a los otros más que a través de nuestra propia cultura (Giroux, 1997).



Conclusión
Desde esta perspectiva comunicativa, el profesorado debe desarrollar interacciones con el entorno y con los procesos de construcción de significados que se dan en ellos, en un conjunto de acciones donde la formación no se restringe a la relación de poder vertical de profesorado-alumnado sino que engloba relaciones igualitarias y horizontales entre profesor-alumno, entre alumnos y, en general, con el conjunto del entorno social.












Gerardo Meneses Benítez. (2007). El Proceso de Enseñanza – Aprendizaje: El Acto Didáctico. 28/10/13, de Universitat Rovira I Virgili Sitio web: http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/8929/Elprocesodeensenanza.pdf?squence=32

Carlos Gómez Bahillo (2007). Convivencia en los Centros Educativos Modulo 4: Convivencia Profesores Alumnos . 28/10/2013, de Departamento de Educación, Cultura y Deport Sitio web: http://convivencia.educa.aragon.es/admin/admin_1/file/DOC/cuento_contigo_modulo_4.pdf

Carbonell Sebarroja (2002): La aventura de innovar. El cambio en la escuela, p. 112, Madrid, Morata.